Autopia
La infancia de una persona con autismo es compleja y complicada, y la educación no está preparada para la diversidad. Así se marca el reflejo de una sociedad que excluye a una realidad que no ve más allá de una normalización que se ha estandarizado con unas etiquetas.
Autopia nace de la necesidad de encontrar un espacio de bienestar para los niños en la escuela ordinaria. Al menos, no se trata de aportar una solución directa sólo para personas con trastorno del espectro autismo, sino un espacio que mejore el bienestar de los niños y, por lo tanto, que potencie el aprendizaje introspectivo, una nueva experiencia del patio de la escuela, del rato de ocio, fomentando las relaciones entre los niños de diferentes edades, diversidades intelectuales y físicas. Es decir, un espacio inclusivo para que cualquier persona pueda usarlo y que además haya surgido de la participación de los niños, dado que en este espacio son los protagonistas.